Minera San Cristobal Historial

La mejor manera de ilustrar la naturaleza de la Licencia Social es a través de un historial. El diagrama a continuación ofrece una representación gráfica de la calidad de la Licencia Social para el Proyecto San Cristóbal en términos de percepciones comunitarias de legitimidad y credibilidad y la presencia de la confianza a lo largo de un periodo de catorce años, desde 1994 a 2008. Apex Silver, que era un dueño y operario mayoritario de la mina en esa época, dio permiso para publicar esta información en Septiembre del 2008. La información ha sido presentada en una publicación arbitrada y en numerosas conferencias.

Hoy, San Cristóbal es una gran mina de zinc, plomo y plata en el sur del Altiplano de Bolivia, operada por Minera San Cristóbal (MSC), que pertenece completamente a Sumitomo Corporation. La calidad de la Licencia Social consolidada otorgada por dos comunidades anfitrionas para el proyecto San Cristóbal ( en cuyas tierras se encuentra la mena), y Culpina K, (donde se encuentran el suministro de agua y la instalación de relaves) fue estimada primero usando documentos históricos y la experiencia de personas que habían estado presentes a través de la vida del proyecto usando una canasta de indicadores, luego verificados a través de entrevistas con miembros de la comunidad, y finalmente ajustados donde era necesario basándose en la perspectiva de la comunidad.

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Minera San Cristóbal: la evolución de la Licencia Social para Operar


Tal como se lo ilustra en el gráfico, la calidad de la relación ha sido dinámica, cambiando a través del tiempo en respuesta a diversos factores, los que puede ser resumidos a continuación:

Fase I – 1994 – 1998: Obteniendo la Licencia Social

  • A comienzos de 1994, los derechos de la concesión minera son adquiridos por Mintec quien, junto con el permiso de la comunidad para acceder a la superficie, establece status formal, legal y la habilidad de comenzar a trabajar en el suelo. La compañía rápidamente desarrolla legitimidad social con la comunidad local, brindando información y empleo.
  • En marzo de 1995, se identifican indicadores geológicos de extensa mineralización. Mintec  intensifica el diálogo con la comunidad y provee beneficios adicionales. Se inician los estudios ambientales y sociales de base para la evaluación de impacto ambiental.
  • A principios de 1997, hay claras indicaciones de un sistema mineral de grandes dimensiones, demostrado a través de perforaciones. Mintec cree que se puede desarrollar una mina en el futuro cercano. Por consiguiente, la compañía comienza un proceso de consulta con la comunidad de San Cristóbal para reasentar la población lejos del depósito mineral. Mintec faculta a la comunidad para manejar aspectos esenciales para el reasentamiento tales como la selección del emplazamiento del pueblo nuevo, diseño de casas e infraestructura, elegibilidad y paquetes de beneficios. La comunidad llega a sentir que son socios (co-propietarios) en el proyecto – Mintec tiene el depósito mineral, pero la comunidad ha dado su tierra para hacer que la mina sea posible. Comienzan las negociaciones con la comunidad hermana de Culpina K para el terreno donde se situará de la instalación de relaves.
  • En junio de 1998, se firma un acuerdo exhaustivo de reasentamiento con la comunidad de San Cristóbal. Se llega a un acuerdo de adquisición de tierras con Culpina K. La confianza llega a un nivel histórico máximo.
  • En noviembre de 1998, la comunidad de San Cristóbal es reubicada al emplazamiento del nuevo pueblo, junto con la iglesia colonial y el cementerio.

Fase II – 1999 – 2001: Problemas en la relación

  • A través de 1999, las mujeres, que habían sido generalmente excluidas de las negociaciones y planeamiento del reasentamiento, expresan sus reclamos acerca de las casas: “no son lo que queríamos”. Los residentes de Culpina K empiezan a pensar que han hecho un mal negocio.
  • A fines de 1999, el proyecto es vendido a MSC. Se ha perdido la confianza porque la compañía no ha cumplido con los compromisos que hizo en el acuerdo para el reasentamiento. Más aún, aunque la compañía ha obtenido los permisos para construir y operar la mina, hay ahora dudas acerca de la viabilidad del proyecto, y la compañía ha reducido drásticamente el número de empleados.
  • A principios del 2001, el proyecto no pasa el estudio de viabilidad a causa de los bajos precios de los metales. MSC cierra todas las operaciones de campo. Las comunidades están frustradas y se ha perdido la confianza. Los contactos entre la comunidad y la compañía son cada vez menos frecuentes. La compañía sigue sin acatar los términos del acuerdo de reasentamiento. Se ha perdido la credibilidad. El proyecto todavía es legítimo en la mente de los miembros de la comunidad porque quieren el empleo y el mejor futuro que, se espera,  esto traerá.

Fase III – 2001 - 2004: Recuperando la credibilidad

  • Al darse cuenta de la necesidad de estabilizar y reforzar la relación con la comunidad, la compañía inicia un programa de asistencia a fines del 2001, con empleo para la población local, diseñado para asistir a la agricultura y el turismo. Se restaura la credibilidad con la instauración de los programas.
  • En el 2002 se lanza un programa altamente innovador para fomentar el turismo. Culpina K se toma parte activamente; San Cristóbal menos porque prefiere tener la mina.
  • En el 2004, una mejora en las condiciones de mercado hace que el proyecto sea viable y MSC anuncia el comienzo de la construcción. La credibilidad alcanza su punto máximo cuando las comunidades le dan la bienvenida a la construcción de “su” mina y al potencial de empleos durante la construcción.

Fase IV – 2004 – 2006: El caos de la construcción

  • A mediados del 2004, se instala una nueva gerencia para supervisar la construcción, que no tiene conocimiento de la historia social de los compromisos con las comunidades. El contacto entre la compañía y las comunidades fracasa cuando la compañía abandona las reuniones con las comunidades que incluyen a la gerencia de más alto nivel. Las comunidades se sientes abandonadas y desconectadas a causa de su percepción de que no son respetadas, y los compromisos de empleo y capacitación no son respetados. La credibilidad se pierde casi inmediatamente. A pesar de que hay empleo para casi toda la población local, la legitimidad social desaparece rápidamente ya que las comunidades sienten que se las ha pasado por alto en la fase de la construcción, y algunos compromisos que se remontan a 1999 siguen sin cumplirse. Todavía creen en “su” mina y lamentan la pérdida de la relación de socios que existía en el momento del reasentamiento de San Cristóbal.
  • En octubre del 2005, un contratista abre una ruta a través de los jardines comunitarios fuera del área acordada de operaciones de la construcción. Para la comunidad de Culpina K este es un acto ilegal. Las relaciones con la comunidad se derrumban por un tiempo, con demostraciones y confrontaciones con la compañía. MSC puede negociar una carta acuerdo que le permite continuar los trabajos y comienza un prolongado proceso de negociaciones para la adquisición de terrenos adicionales para instalaciones de infraestructura de la mina. Culpina K se mantiene a distancia debido a crecientes preocupaciones de que serán afectados negativamente por la instalación de relaves.

Fase V – Fin del 2006 – Época actual: Reconstruyendo la relación.  

  • En octubre del 2006, la gerencia reconoce los problemas y riesgos creados por del deterioro de la relación y emprende algunas acciones para mejorar la situación. La compañía propone la formación de un proceso basado en la comunidad para el diseño y manejo de programas de desarrollo comunitarios. Esta acción relegitima a la compañía ya que las comunidades la ven tanto como un acto de respeto como la oportunidad de tomar control acerca de su propio futuro. Al mismo tiempo MSC comienza un programa acelerado para satisfacer todos los compromisos previos. Las comunidades comienzan a ver algún progreso y se sienten reaseguradas. La construcción finaliza, y hay capacitación y empleo de tiempo completo disponibles para todos. Se establece el dialogo con Culpina K acerca del manejo de los relaves. La legitimidad se fortalece.
  • MSC responde a las preocupaciones de la comunidad acerca del manejo de relaves formando un comité de monitoreo en forma conjunta con la comunidad. En San Cristóbal y Culpina K se llevan a cabo mejoras esenciales en la infraestructura. La credibilidad se fortalece. Como copropietarios de la mina, las comunidades hacen representaciones ante el gobierno nacional en apoyo de la compañía en respuesta a declaraciones de aumentos impositivos y amenazas de ‘nacionalización’. Sin embargo, la confianza continua siendo elusiva.
  • A fines del 2008, con la mina en operación y las comunidades involucradas totalmente en el manejo de su propio desarrollo con la colaboración de MSC y el gobierno local y regional, hay indicios prematuros de que la confianza podría retornar a la relación.

Una encuesta formal de percepciones en noviembre del 2009 reveló que la calidad de la Licencia Social para Operar había cambiado muy poco desde la situación a finales del 2008. Aparentemente, la relación con las comunidades en el área de impacto inmediato de la Mina San Cristóbal se ha estabilizado y, con atención continua, la Licencia Social para Operar puede ser mantenida ahora al nivel, o cerca del nivel, de aprobación.